Mjøstårnet de Voll Arkitekter en Brumunddal, Noruega, ha sido confirmado como el edificio de madera más alto del mundo por el Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH). Con los 85,4 metros de altura de su torre, se construyó con madera contralaminada (CLT), un material pionero que permite a los arquitectos construir edificios altos con madera sostenible.

Fueron robots los que cortaron los curvos y entrelazados listones de madera que componen este banco escultural, actualmente instalado en el campus de la Universidad de Vancouver de British Columbia, en Canadá.

El Liceo Politécnico Antulafken, en la comuna de San Juan de la Costa, región de Los Lagos, tiene 70 alumnos, 30 de los cuales alojan en el internado que funciona en el mismo recinto. Además de impartir formación científico-humanista, el plantel ofrece también dos carreras técnicas: servicio en turismo y técnico forestal.

El mundo disputa una carrera por construir el edificio de madera más alto. Estos rascacielos sin hormigón ni acero buscan despertar conciencias. Y, sobre todo, ser pioneros en desdibujar los límites de la madera como material de construcción. Noruega es uno de los países que más lejos y más alto han llevado esta encomienda

La obra Interloop del artista Chris Fox flota sobre las escaleras mecánicas de la calle York, en la patrimonial estación de trenes de Wynyard, un importante punto de conexión de la red ferroviaria en Sydney, Australia. Su forma en bucle, unida al reciclaje de las antiguas escaleras es un fuerte símbolo de una ciudad que reconoce su pasado junto con abrazar su futuro. Por lo demás, se ha convertido en un hito importante para la ciudad que encargó su instalación, siendo acogido con entusiasmo por el público.