El comportamiento que tiene la madera en caso de enfrentarse al fuego, caso de incendio, es predecible y seguro. Se puede calcular el tiempo que tardará en quemarse, el conocimiento de este tiempo nos aporta seguridad y podemos predecir el tiempo que puede aguantar una estructura de madera.

Además, la madera una vez que se ha quemado puede seguir prestando servicio, es decir, soporta la carga y aguanta el peso de la vivienda o edificio más tiempo que otros materiales ya que no se derrite y tarda más en descomponerse. En los cálculos de estructurales de secciones de madera se suele sobredimensionar, para que en caso de incendio no se produzca el derrumbe de la vivienda.

La madera comienza a quemarse en torno a unos 400 ºC, en el caso de no recibir llamas directas y la ignición comienza a unos 300 ºC al recibir llamas directas, en este artículo anterior analizamos detalladamente la relación madera y fuego.

Dependiendo de si las llamas del fuego son directas o indirectas, el punto de ignición será diferente, esto está relacionado con la conductividad térmica de la madera, que es muy baja. Encontramos otra gran diferencia con respecto a materiales en los que la conductividad térmica es más alta, caso más representativo sería el de los materiales metálicos que poseen una alta conductividad térmica y en caso de incendio se derriten, produciendo el derrumbe del edificio.

La reacción al fuego respecto a la velocidad de combustión es proporcional a la temperatura, cuando la temperatura es más alta, la velocidad aumenta y cuando la temperatura disminuye la velocidad de combustión baja. Otro punto positivo en el comportamiento de la madera frente al fuego es que la madera se apaga por sí misma y deja de arder cuando desaparece la fuente de calor.

La especie de la madera, la densidad de la madera, el contenido de humedad y la forma y superficie que posea son factores que influyen en la combustibilidad de la madera y su reacción y comportamiento frente al fuego.

En maderas de superficies planas las llamas penetran con mayor dificultad que en las superficies rugosas, del mismo modo las piezas delgadas de madera se comportan peor que las piezas más gruesas, ya que la superficie a calentar es mayor en piezas más grandes o gruesas, lo que retrasa el momento de inflamación.

Por lo que cuando enfrentamos madera y fuego, nos encontramos que se trata de un material con ventajas en su comportamiento frente a otros materiales, por sus características. El comportamiento de la madera, al someterse a temperaturas elevadas, es predecible y por lo tanto más seguro.

FUENTE: https://www.maderea.es/reaccion-al-fuego-de-la-madera/