El hotel San Miguel, ubicado en el norte de Esmeraldas, conserva la rusticidad que caracteriza a las construcciones de madera y del cual los habitantes aprovechan para su beneficio. Además está construido sobre una loma cubierta de plantas ornamentales.
Se realizó una reconstrucción del lugar, donde se diseñaron habitaciones amplias con camas de guayacán y caoba. Además tienen una decoración que identifica la cultura afroesmeraldeña como los mecheros y lámparas con caña guadúa que son colocados en los veladores de las habitaciones y elaborados por los artesanos.
También se han construido casas tipo mirador ubicadas al filo de la colina, a la que se accede por senderos construidos por los mismos habitantes con guadúa y madera, abiertas en los costados para recibir la ventilación natural.
Estas casas son atractivas para los turistas ya que el techo contiene hojas de rampira.
FUENTE: El Comercio