El proyecto es diseñado por Norman Foster y se encuentra en una pequeña localidad del país europeo. La obra consiste en la restauración y expansión del Kulm Eispavillon (una especie de club de campo orientado a los deportes de invierno), un edificio que forma parte del hotel Kulm.
La estructura primaria de los pabellones está hecha de ceniza cosechada en Suiza, mientras que la viga de borde curvo y las tablillas de madera están hechas de alerce, una madera local tradicional, que se suaviza bellamente con el tiempo”, afirma Foster.
Para ambos pabellones, un techo redondeado está sostenido por columnas de glulam, en forma de V, que se extienden en vigas de glulam inclinadas de aproximadamente 7 metros de largo, que recuerdan las montañas circundantes y la arquitectura gótica de St. Moritz. Cada viga disminuye de tamaño, comenzando a 100 cms de profundidad y 20 cms de ancho, donde se encuentra con la columna a 16 cms de profundidad y 18 cms de ancho.
Así, diseñaron nuevas conexiones de columna-viga, que consisten en varillas de acero encoladas ocultas, dimensionadas para acomodar cargas de nieve pesada. Con más de 30 cms de largo y 2,7 cms de diámetro, cada vástago se inserta en las aberturas perforadas de los elementos estructurales, se pega y luego se sella con un botón de madera.
Entre los componentes más complejos que debieron fabricarse estaba la viga de borde curvo del alero del techo. La viga se compone de piezas de Glulam de doble curvatura con radios de hasta 58 cms y laminado de madera de hasta 2,5 mm.
A pesar del clima frío de invierno, la construcción del pabellón y la restauración del club se completaron a tiempo y se reabrieron al público por primera vez en casi 30 años.
FUENTE: http://www.madera21.cl/los-alpes-suizos-se-renuevan-con-una-estructura-de-glulam/